f
Imagínate que estás en una estación de tren y vemos llegar un tren. Llevas un tiempo esperando a que pase el tuyo. Normalmente los trenes llevan un indicativo en la parte delantera que indica el destino. En este que ves aparecer no hay indicativo en la parte delantera y no sabes si es el tuyo o no. Dudas. El tren se pone a tu altura en el andén y sigues dudando. ¿Y si me subo y no es mi tren? Las puertas se abren y la gente sube y baja. ¿Será mi tren?
El tren se queda esperando a que más gente suba o baje. Tú mientras tanto te sigues preguntando si es tu tren. Finalmente, las puertas se cierran y el tren se va y cuando la cola del tren pasa por tu lado ves un cartel con tu destino. ¡Mierda! ¡Era tu tren!
¿Cuántas veces nos perdemos nuestro tren por no decidir? Muchas veces no somos conscientes de que no decidir es una decisión en sí misma, es más, es una decisión que a menudo no es la que queremos tomar.
Está bien ser analítico con las decisiones que tomamos, sin embargo, puede que nos ocurra quedarnos atascados en el análisis y dejar que la oportunidad pase sin tomar una decisión.
En ocasiones ocurre que en el análisis somos capaces de extraer los pros y los contras de una decisión y pocas veces nos paramos a analizar las consecuencias en el tiempo de esas decisiones. Imaginemos que hubiésemos cogido el tren y no era el nuestro. Nos tocaría ir hasta la siguiente estación, bajarnos, coger un tren en dirección contraria y bajarnos de nuevo en la estación donde estábamos.
Suena incómodo, sin embargo, la pregunta que hay que hacerse en esos casos es: ¿qué importancia tiene eso en 2 meses? ¿Y en 6 meses? ¿Y en un año? ¿Y en 5? ¿Y en 30? A medida que miramos hacia delante las consecuencias de algunas decisiones, vemos que éstas se minimizan y somos más objetivos con ellas.
Otra forma de ayudarnos a decidir es preguntarnos qué tendría de positivo escoger y que la opción escogida no fuera la mejor. Adelantar los aspectos positivos de una decisión no sólo compensa todas las consecuencias negativas de tomar una decisión, sino que nos predispone a enfrentarnos a una decisión como una oportunidad de aprendizaje.
¿Qué decisión importante estás posponiendo hoy?
Imagínate que estás en una estación de tren y vemos llegar un tren. Llevas un tiempo esperando a que pase el tuyo. Normalmente los trenes llevan un indicativo en la parte delantera que indica el destino. En este que ves aparecer no hay indicativo en la parte delantera y no sabes si es el tuyo o no. Dudas. El tren se pone a tu altura en el andén y sigues dudando. ¿Y si me subo y no es mi tren? Las puertas se abren y la gente sube y baja. ¿Será mi tren?
El tren se queda esperando a que más gente suba o baje. Tú mientras tanto te sigues preguntando si es tu tren. Finalmente, las puertas se cierran y el tren se va y cuando la cola del tren pasa por tu lado ves un cartel con tu destino. ¡Mierda! ¡Era tu tren!
¿Cuántas veces nos perdemos nuestro tren por no decidir? Muchas veces no somos conscientes de que no decidir es una decisión en sí misma, es más, es una decisión que a menudo no es la que queremos tomar.
Está bien ser analítico con las decisiones que tomamos, sin embargo, puede que nos ocurra quedarnos atascados en el análisis y dejar que la oportunidad pase sin tomar una decisión.
En ocasiones ocurre que en el análisis somos capaces de extraer los pros y los contras de una decisión y pocas veces nos paramos a analizar las consecuencias en el tiempo de esas decisiones. Imaginemos que hubiésemos cogido el tren y no era el nuestro. Nos tocaría ir hasta la siguiente estación, bajarnos, coger un tren en dirección contraria y bajarnos de nuevo en la estación donde estábamos.
Suena incómodo, sin embargo, la pregunta que hay que hacerse en esos casos es: ¿qué importancia tiene eso en 2 meses? ¿Y en 6 meses? ¿Y en un año? ¿Y en 5? ¿Y en 30? A medida que miramos hacia delante las consecuencias de algunas decisiones, vemos que éstas se minimizan y somos más objetivos con ellas.
Otra forma de ayudarnos a decidir es preguntarnos qué tendría de positivo escoger y que la opción escogida no fuera la mejor. Adelantar los aspectos positivos de una decisión no sólo compensa todas las consecuencias negativas de tomar una decisión, sino que nos predispone a enfrentarnos a una decisión como una oportunidad de aprendizaje.
¿Qué decisión importante estás posponiendo hoy?
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
Functional cookies help to perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collect feedbacks, and other third-party features.
Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.
Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.
Advertisement cookies are used to provide visitors with relevant ads and marketing campaigns. These cookies track visitors across websites and collect information to provide customized ads.
Other uncategorized cookies are those that are being analyzed and have not been classified into a category as yet.